Generalmente, cuando se anuncia la llegada de un hijo las atenciones y preocupaciones suelen ir hacia la madre. Es lo habitual, ya que es la que más cambios físicos, psicológicos y emocionales va a experimentar durante nueve meses. Sin embargo, no se suele prestar atención a otro de los protagonistas de este estado: los futuros papás, ya que ellos también padecerán algunos cambios.
¿Cómo cambia un hombre durante el embarazo?
Si bien a algunos hombres les cuesta más que a otros manifestar sus emociones, pero es indudable que ante un embarazo las tienen.
Ellos también sienten la paternidad, viven los cambios de sus parejas, sus alegrías, ilusiones y miedos. Pues resulta simpático como algunos futuros papás se involucran tanto en el embarazo que les parece tener antojos o sentir los dolores que sienten sus parejas embarazadas.
Algunos hombres pueden parecer distantes, un hecho que suele estar producido por el miedo a la gran responsabilidad que conlleva ser padre, así como la creencia de no estar a la altura de atender las necesidades de su mujer y futuro hijo. Incluso, a veces, puede llegar a sentir que no encaja en situaciones como que no ha realizado anteriormente, como es decidir entre los dos la habitación del bebé, el cochecito y todo lo que necesitan la mamá y el bebé.
Cambios hormonales en hombres durante el embarazo
Aunque estos altibajos son asociados a las mujeres, lo cierto es que algunos hombres, también sufren cambios hormonales y necesitan la misma comprensión. Estos cambios hormonales en los hombres durante el embarazo se llaman síndrome de Couvar y puede provocar náuseas, calambres, cambios de humor y en ocasiones antojos. Ello se debe a que en la sangre del hombre se concentran durante este tiempo más cantidades de prolactina y cortisol, causante, en el hombre, del estrés. Tras el parto los hombres sufren una subida de oxitocina lo que les disminuye la testosterona y les ayuda a crear los lazos emocionales con el bebé.
Tras ese período de embarazo y parto, es posible que el hombre se sienta confuso por no entender qué le sucede y si esos sentimientos son lógicos. Por, ello, es necesario ser conscientes de que sus reacciones son completamente normales, y no hay que olvidar mimarles también un poquito.